28 feb 2010
NO MORIRE SOLA - Primera critica Holandesa
Tal vez no lo hayan notado, pero entre todas las copias de Saw y las remakes, se produjo un boom del cine de horror del estilo de los setentas. Parece que ha aparecido una viva necesidad de películas duras, directas y poco placenteras, en las que el vouyer se sienta avergonzado de sí mismo por atreverse a mirar semejante tortura. Este reciente boom no se ha visto restringido únicamente a los Estados Unidos, y aquí viene desde argentina la violenta No Moriré Sola.
No Moriré Sola, fiel a sus predecesoras, es tan siniestra como I Spit On Your Grave, de 1978. Un film en el que una mujer es violada varias veces para luego pagarles con la misma moneda a sus atacantes. A pesar del título similar, Bogliano parece haber sobrepasado este concepto y por eso encontramos en su película no una, sino cuatro mujeres que atacan a unos silenciosos cazadores en el bosque después de haber sido capturadas y abusadas por ellos. Esta película va más lejos de donde se atreven muchas otras, y lleva al público más allá de la seguridad de sus butacas. Este es el punto donde Bogliano se distingue de sus colegas que participan del boom del horror-shock. No Moriré Sola sorprende desde un nuevo ángulo. Donde los demás directores hacen rápidamente sus mejores esfuerzos por ocultar su presencia detrás del catalejo, Bogliano estampa claramente su huella en la película. En vez de perseguir “documentalismo”, donde la camara se posiciona cerca de la piel, Bogliano va por el estilo rural que funciona casi como mediador. Con un trabajo de cámara milimétricamente compuesto, escapes sonoros alucinadores y el hecho de que casi toda la película carezca de diálogos, la película está claramente lejos de sumergirse en el catalejo. El resultado es una mezcla extraña de violenta humillación y ensueño.
No está estipulado que se espera obtener de una película inspirada particularmente en Last House On The Left de Wes Craven. La pregunta es si Bogliano no habrá elegido ponerse a sí mismo como mediador como un ejercicio de estilo. Los personajes en la película no muestran muchas emociones, lo que pone al espectador en una posición bastante incomoda. Por un lado, te pone cara a cara con violencia desorbitante que provoca un gran desagrado. Por el otro lado, el impacto se siente porque los personajes, aún en los momentos críticos, se mantienen calmados y mantienen la distancia con el catalejo. Es un gran misterio lo que los personajes piensan, porque hay poco diálogo y se dificulta empatizar con un personaje del que no sabemos literalmente nada. Todo esto contribuye, sin duda, al ambiente alienante que crea Bogliano, pero hace a No Moriré Sola la pieza extraña dentro de la competencia.
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