El thriller de violación y venganza debe ser uno de los subgéneros más pequeños, pero no el de menor importancia, porque rutinariamente son prohibidas (al menos en Australia) algunas de sus obras, entre ellas Baise Moi, The Last House on the Left (recientemente lanzada con cortes) y I Spit On Your Grave.
Filmada ultra-barata en video digital fuera de foco o fílmico de muy baja calidad, esta película de explotación argentina de perfil bajo comparte con otras películas similares el hacerse temer desde los cuadros de apertura, simplemente porque antes de verla indudablemente has sido advertido de que se trata.
Cuatro jóvenes y bonitas estudiantes están manejando por la parte rural de Argentina cuando encuentran al costado de la ruta el cuerpo maltrecho de una chica. Con los atacantes aparentemente cerca, las chicas la escabullen hasta la estación de policía del siguiente pueblo, donde son demoradas para declarar hasta que el oficial superior se presente.
Pero la más joven y dispuesta de ellas, Carol (Blesa), está segura de haber visto el auto del oficial superior en algún lugar, y cuando las chicas se van pensando que todo ha terminado y el auto intenta atropellarlas, ella se da cuenta que él era uno de los cazadores que estaban en el bosque cerca de la chica que encontraron.
En una inquietante secuencia de diez minutos los hombres arrastran el auto de las chicas al bosque y sistemáticamente violan a cada una de ellas, dejándolas desnudas y golpeadas en el bosque.
Aturdidas, se visten y salen en busca de ayuda o seguridad, pero en la verdadera tradición de explotación la pesadilla está recién comenzando cuando la casa en la que aterrizan esperando encontrar ayuda es de los cazadores. Peor aún, ellos llegan justo cuando las chicas se dan cuenta dónde están, y después de más violencia, la parte de venganza de la película comienza.
Es una gran película para encender el debate acerca de dónde poner el límite de la expresión artística, si deberíamos ver semejante brutalidad como entretenimiento, para explorar la sociedad y si nuestra naturaleza artística está implícitamente diagramada para hacerlo o no.
Al margen de los temas sociopolíticos importantes, y después de haber vuelto a tragar el pochoclo con sabor a bilis, el director/guionista/guerril
Si no están hechos para nada más fuerte que Saw, están advertidos – esto les dará pesadillas durante semanas.
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